viernes, 4 de enero de 2019

A 45 años de La Exposición Pendiente



Aunque este escrito verá la luz hasta el día 04 de enero del presente año, cabe señalar que tuve la oportunidad de estar en la inauguración, por tanto, mi memoria en ocasiones podrá jugarme una mala pasada mientras escribo y, quizá, deje de lado algunos datos interesantes.

La exposición pendiente revive mediante fragmentos de periódicos, cartas, audios y videos la suerte adversa que acompañó a la muestra Orozco, Rivera y Siqueiros. Pintura Mexicana en Chile, durante la década de los setenta del siglo pasado. El objetivo de esta exhibición, programada para el 13 de septiembre de 1973, radicaba en establecer el intercambio cultural entre Chile y México a través del trabajo artístico de tres pintores mexicanos: José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera. Por ello, alrededor de 169 obras viajaron hasta el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago; sin embargo, nunca se exhibieron debido al golpe de Estado de Augusto Pinochet, efectuado el 11 de septiembre de 1973.
Pese a esto, el asunto no paró ahí. Resulta que cuatro días después, la sede fue ocupada por un grupo armado y las obras de los tres grandes mexicanos casi desaparecen; afortunadamente se recuperaron.  Y, aunque usted no lo crea, esta muestra volvió a presentarse en Chile bajo el nombre de La exposición Pendiente 1973-2015, Orozco, Rivera y Siqueiros, a dos meses de haber padecido un sismo de magnitud 8.4, por lo cual, se ha visto como la exposición maldita. Si alguno de los que asistimos a la inauguración el 7 de diciembre nos hubiéramos acordamos de esos acontecimientos que parecen sacados de un melodrama fifí, a lo mejor exigíamos más de dos bebidas gratuitas esa noche. Ya saben, para brindar que libramos la maldición.
A pesar de que la temática de la exposición gira en torno a lo anteriormente descrito, los amantes de los tres grandes del muralismo mexicano no deben desilusionarse. Parte de la exposición contiene las pinturas de Rivera de influencia cubista: El arquitecto (1915-1916), Mujer en verde (1916) y Mujer sentada en una butaca (1917); los cuadros que Siqueiros realizó durante la década de los cuarenta: Torso femenino (1945), Cabeza de caballo (1948) y Pedregal con figuras (1947); y pinturas de Orozco con una fuerte carga crítica: Cristo destruye su cruz (1943), Despojo humano (Drift-wood) (1925-1928), Puente de Queensboro (1928) y Zapata (1930).
En estas vacaciones o en las de Semana Santa, no olvide visitar esta exposición que estará hasta el 05 de mayo, ya sea por morbo, gusto o porque se quedó en la ciudad mientras los demás se fueron a la playa. Cualquiera que sea el motivo, recuerde que en el Museo Carrillo Gil hay una opción para aprender más sobre Rivera, Orozco y Siqueiros y, que las relaciones diplomáticas entre Chile y México han tenido un cariz trágico.

Por Atana

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